Entonces viene la parte "negativa de ser", el "ser en sociedad"
y es cuando olvido lo "socialmente aceptable" y lo que bajo mis parámetros es aceptado por mí para mí y para los demás ... que puede alejarse al promedio y pasar al límite del irrespeto y anormalidad, palabra que cambiaría por atipicidad... atípicidad ( no existe )
Y es cuando todo se revuelve en un sentimiento falso de culpa y unas ganas de desaparecer del mapa por un tiempo, hasta que borre las memorias del espectador asqueado por un espectáculo inimaginado y fuera de su límite de tolerancia, rozando con la decadencia y la desgracia de haberme conocido. Pésima primera impresión. Yo, jamás me volvería a hablar.
Qué tan penosa puedo ser ? Acaso dándome cuenta saco algo ? Al menos estoy consiente de mi inconsciencia, pero, disculparme por no saber comportarme, o por comportarme libremente bajo mis reglas, sería tratar de negar y autoindulgar mi propia esencia.
Es egoísta de mi parte, y a cada momento pienso que me engaño y que estoy en un error fatal, que por una vez en mi vida debería ser " normal " y hacer lo que los otros hacen.
Salen las dos opuestas que viven en mí, pelean, mientras pasa el tiempo y siguen dándose golpes una tercera parte emerge y espera a que todo pase "como si nada" y se olvide este capítulo.
lunes, 26 de mayo de 2008
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2 comentarios:
me justifico, no me disculpo
las justificaciones siempre van a modo de disculpa... por algo son justificaciones. ah... ehm, de veras que tu no sabes de linguistica.
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