siempre he pensado que dentro de mí existen dos o más fuerzas, impulsos, leyes, filosofías, motivo o como quieran llamarlo.
Las mias son opuestas, contrarias, dicotomicas, osea ná que ver entre sí mismas aparentemente.
Quizá me dejo llevar por mis impulsos más primitivos, pero para eso me despojo de corazón y juicio.
Quizá la parte más alegre no es la feliz, y la feliz es la que tiene paz y se librera de sì misma, el cuerpo que lo atrapa y pasa a ser parte del universo como energía viviente y no como individuo egoísta y mentalmente encerrado.
Por eso creo que no nos entendemos, pero nos dejamos ser
Todas tiene su espacio y su ciclo, no saco nada negándolas, negándome.
miércoles, 13 de febrero de 2008
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